domingo, 8 de julio de 2012

Autoescuela

...y es entonces cuando te concentras en ese instante. Es el momento, aprecias los pequeños detalles...
Te das cuenta de que siempre lo has tenido todo, que no hay nada mejor que el olor que desprende tu madre cuando se acerca a darte un beso, que la sonrisa de la gente que quieres te llena de vida, que suena de fondo en el trayecto más cansino y largo tu canción favorita y que la persona de tu vida no es una, es la que en cada momento te aporta las cosas que necesitas pero siempre ha estado ahí, y te has empeñado una y otra vez en probar, probar, probar con el fin de encontrar algo.
ABSURDO. Absurdo que busques medicina en una fábrica de coches.
Es tarde y has perdido el tiempo en  ignorarlo porque vas demasiado rápido, porque te crees que el camino es circular y ya te lo sabes.
 No sigues las señales, vas a 100 km/h, a pesar de que a cada dos metros de la carrera hay una señal reflectante con un 60 tatuado.
Te crees valiente, arriesgas, juegas, y fallas.
¿Y todo para qué?
Si llegas antes, pero casi muerto no tiene sentido esto.
SIGUE LAS PUTAS SEÑALES o muere. Así de sencillo.
¿De verdad vale la pena?